La
práctica de posturas de Yoga mejora la digestión y el
tránsito intestinal al ejercer presión y masajear las diferentes
zonas del abdomen mejorando el funcionamiento de los órganos
abdominales.
El
proceso digestivo incluye la absorción y asimilación de la energía
derivada de los alimentos, y se encarga también de la eliminación
de los desechos corporales. Cuando nuestro metabolismo no funciona
correctamente, debido al estrés,
la mala alimentación, o los malos hábitos alimenticios, es incapaz
de digerir y absorber adecuadamente, provocando problemas
intestinales y generando una acumulación de toxinas que no han
podido ser debidamente eliminadas.
El
proceso digestivo utiliza
gran parte de nuestra energía
corporal.
Cuando nuestra energía es insuficiente o estamos débiles, debido al
sedentarismo o el estrés, el metabolismo actúa de una forma lenta,
provocando digestiones pesadas y difíciles, que desencadenan
problemas de aumento de peso, flatulencias, acidez, diarreas,
estreñimiento,
etc.
Hay
numerosas posturas que al
practicarlas
mejoran
los procesos digestivos, la comida se
asimila mejor, se absorben
adecuadamente los nutrientes
que necesitamos para fortalecer nuestro cuerpo ayudando
a fomentar y realizar de una manera más óptima los movimientos
naturales del estómago que permiten la adecuada digestión de los
alimentos, estimulando al estómago, al páncreas y a los intestinos,
incrementando la circulación gastrointestinal, la absorción de los
alimentos y la producción de mucosa. Además,
se reduce la
retención de gases y líquidos, se evita la sensación de pesadez e
hinchazón, desaparecen los problemas de estreñimiento dando paso a
una regularidad a la hora de ir al baño, y se ejercitan, fortalecen
y tonifican
los músculos abdominales.
Para
lograr estos resultados tan
beneficiosos,
solo hay que practicar
Yoga 2
o 3 veces a la semana,
realizando
posturas diseñadas
para prevenir
y paliar
los problemas digestivos mejorando
la salud de nuestro aparato digestivo. Aquí os muestro algunas de
las “Âsanas” que imparto en mis clases:
En estas dos Âsanas invertidas la respiración es abdominal favoreciendo el movimiento de los órganos abdominales, tonificándolos y mejorando el tránsito intestina y la digestión.
Al ser posturas invertidas se previene la ptosis abdominal (el descolgamiento de los órganos por el efecto de la gravedad).
Esta es una postura de torsión de la columna, primero hacia el lado derecho y luego se realiza hacia el lado izquierdo. Al realizar una torsión del tronco sujetando la pierna hacia el abdomen y el pecho se ejerce una presión suave sobre los órganos abdominales especialmente sobre el intestino grueso mejorando el tránsito intestinal evitando el estreñimiento.
En esta Âsana se ejerce presión sobre toda la zona abdominal inferior. Facilitando los movimientos peristálticos del intestino delgado y grueso favoreciendo la absorción de los nutrientes y la evacuación de los desechos corporales que no son absorbidos.
La postura del arco es muy beneficiosa al producir un intenso masaje en toda la zona abdominal. Los órganos se tonifican, se estiran, al realizar respiraciones abdominales se masajea el contenido abdominal mediante un ligero balanceo sobre el abdomen mejorando el tránsito intestinal y la digestión.
Recuerda que todos las posturas de Yoga han de ser supervisadas y enseñadas por los profesionales capacitados para su enseñanza obteniendo todos los beneficios de su práctica.
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