El
yoga con el bebé es beneficioso para el bebé y los papás al
favorecer la conexión emocional entre ellos. Es un hábito saludable
que puede transmitirse al bebé prácticamente desde el nacimiento realizando asanas y
meditaciones con el bebé en brazos o portándolo en un fular.
Durante
la práctica se suele contactar continuamente con la mirada del bebé, es muy
importante que ambos estéis conectados e integrados.
La
música es muy importante, elegiremos una música suave, acogedora y
alegre.
La
práctica comienza conectando la respiración con la del bebé, el
bebé esta tumbado boca arriba delante de la mamá o el papá.
Ahora
detallo por pasos un ejemplo de como sería una clase de yoga con
nuestro bebé.
- Masajeamos las manos del bebé dibujando círculos y luego pasamos a los pies.
- La barriguita también en círculos y caricias de arriba (desde el pecho) a abajo (hasta las inglés).
- A continuación acariciaremos todo el cuerpo hasta los pies.
- Luego le llevaremos las dos rodillas hacia la barriguita presionando suavemente y dibujaremos círculos con sus piernecitas de manera que la cadera también dibuja círculos suaves. Cambiamos de sentido.
- Le abrimos los brazos y se los cerramos, abrimos y cerramos cruzando sus bracitos sobre su pecho.
- Círculos grandes con sus brazos hacia dentro y hacia afuera.
- Estiramos brazo opuesto y pierna opuesta en sentido opuesto y luego juntamos pie y mano del bebé, cambio de lado.
- Para finalizar esta primera estapa cogemos al bebé y lo abrazamos y besamos. Le mecemos.
- Lo tumbamos delante de nosotros y ahora es la mamá o papá el que hace círculos de hombros y brazos juntando los codos delante. Mientras miramos a nuestro hijo continuamente a sus ojitos.
- Hacemos círculos de los brazos hacia arriba y luego al flexionarnos hacia delante acariciamos al bebé. Lo realizamos varias veces.
- Abrimos las piernas, inclinación lateral, mano derecha a pie derecho, el brazo iquierdo acaricia al bebé al subir el brazo estiramos en línea recta el brazo izquierdo alineando muñeca con hombro izquierdo, abrimos pecho mantenemos la inclinación y al bajar el brazo en círculo nuevamente andamos por el cuerpecito del bebé. Se cambia de lado.
- Ahora nos flexionamos hacia delante cogiendo las manos del bebé y estirándole los bracitos hacia arriba y hacia el suelo mientras nos estiramos nosotros también hacia delante y abajo. Nuestras piernas siguen abiertas.
- Flexionamos una pierna, pegando la rodilla y el muslo de la pierna flexionada a nuestro cuerpo, la mano contraria a la pierna flexionada la envuelve, la otra mano atrás de la espalda y hacia el suelo realizamos una torsión de nuestro tronco, miramos hacia atrás y hacia el bebé y así varias veces moviendo solo la cabeza. Le podemos ir diciendo cosas al bebé interactuando con él o ella.
- Hacemos la postura del gato, nos colamos encima del bebé y al bajar la cabeza en gato miramos al bebé, contacto visual siempre que podamos.
- Hacemos el embrión, el bebé tendrá sus pies en nuestra cabeza y le tocamos sus piernecitas mientras mantenemos la postura.
- Puente fácil, sentamos al bebe en nuestra barriga o bajo vientre, lo cogemos con las dos manos, y elevamos nuestra cadera hacia arriba y la bajamos con la respiración. Hacemos varias repeticiones.
- Nos tumbamos cogemos al bebe y lo mantenemos en el aire cogido por los laditos de manera que nos mire y hacemos torsiones de nuestras piernas juntas de un lado al otro hacia el suelo con la respiración. Todo el rato miramos al bebé.
- Luego nos ponemos de pie, cogemos al bebé y lo portamos en la mochila, pañuelo o fular. Separamos nuestras piernas un poco, subimos los brazos y a la vez flexionamos las rodillas hacia fuera y luego estiramos las piernas y bajamos los brazos. Varias repeticiones acompañadas de la respiración.
- Inclinación lateral de nuestro tronco con un brazo hacia arriba y el otro se desliza por el cuerpo. Y vamos cambiando de lado.
- Cogemos al bebé boca abajo pasando nuestras manos y antebrazos por debajo de su cuerpecito, el bebé mirará hacia el suelo y lo mecemos a delante y atrás.
- Ahora, ponemos al bebé de lado tumbado en el suelo, nuestros brazos se quedan debajo del bebe alineamos bien y hacemos la postura de la esfinge.
- Compensamos con la postura del embrión.
- Nos sentamos y abrimos una pierna ligeramente y al flexionar la otra pierna pegamos la planta del pie haciendo contacto con nuestro muslo interno de la pierna abierta, colocamos al bebé sentado en la pierna estirada apoyando su espalda en nuestro cuerpo y hacemos una torsión, el brazo que va hacia atrás coincide con la pierna estirada y miramos hacia atrás, con el brazo libre cogemos al bebé. Cambiamos de lado después de mantener la postura.
- Pasamos a la relajación y nos colocamos de lado tumbados en el suelo, tocando el bebé con las manos y lo acariciamos, nosotros de lado el bebé puede estar de lado mirando a la mamá o al papá o mirando hacia arriba.
Practicar
yoga junto a la madre o
el padre aporta diversos beneficios para el bebé:
- El bebé aprende desde muy pequeño las técnicas y actitudes que sus padres utilizan para cuidar su salud.
- El bebé disfruta del contacto con sus padres en estado de relajación, lo cual favorece la propia relajación del pequeño.
- El yoga favorece el desarrollo psicomotor del bebé debido al conocimiento y control del propio cuerpo, mejorando la coordinación psicomotriz, la adquisición de un buen tono muscular, el desarrollo psíquico y la canalización de la energía.
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